Akvinta se elabora en Croacia a base de granos de trigo y pasa por cinco filtraciones. Pero eso sólo no sería extraño. Lo interesante es que los filtros son, en este orden, de carbón de leña, mármol (!), plata (!!), oro (!!!) y platino (!!!!). ¿Qué se logra con eso? Un sabor puro, que se percibe cuando se toma en shots, y cocktails secos como el Gibson. Su preciosa botella sólo está disponible en las barras más sofisticadas de la ciudad, o en las vinotecas top. ¿Precio? $220. Pero el lujo, claro está, nunca fue barato.