Esta destilería belga ha sido fundada por Peter Radermacher, agricultor de oficio, que decidió en 1836 producir su propio enebro. El molino que ya poseía en la época le permitió utilizar el grano molido como materia prima para la producción de pèkèt, nombre valón del enebro. Lo bautizó Raerener Töpfergeist, a traducir por el espíritu del Alfarero Raerenois, en homenaje a la historia del centro de alfarería de Raeren que fue el más importante y el más conocido en el Norte de los Pastos en la montaña del 14 en el siglo 16.