Construido por John Thompson en 1898, la destilería Knockando está situada en el pueblo con el mismo nombre, nombre que procede del Gaélico "Cnoc-an-dhu" que significa "Pequeña colina negra".

Thomson no eligió la situación idílica de la destilería entre frondosos árboles y un aura mágico, sino por la cercanía de las aguas del rio Cardanch, rio cuyas aguas proceden de los deshielos de las montañas que son absorvidas por la turba y la tierra rocosa.

A la vez que Thomson construyó su destilería, adquirió los derechos de explotacion del rio. Nínguna otra destilería tiene acceso al agua, Knockando es el único en aprovechar la delicadeza y la fragancia de la pureza del agua.

Knockando siempre ha sido una comunidad. Hoy es un pueblo de unas 200 personas en las casas de piedra al rededor de dos centricos edificios -una plácida iglesia y la destilería.

Con mas de un siglo de antiguedad, la destilería Knockando fue considerada una de las mas avanzadas en toda escocia en tiempos de su construcción. De hecho fue la primera destilería en construirse con luz electrica.

En 1904 la destilería Knockando fue comprada por W & A Gilbey's, empresa bien conocida por su fabricación de ginebra en Londres.

En 1905 se construyó un rail que conectaba el interior de la destilería con la red de ferrocarriñ Great North de Escocia que permitía el whisky de malta knockando ser transportado por toda Gran Bretaña.

Sólo se utilizan ingredientes naturales -cebada malteada, levadura y agua pura y cristalina del rio Cardnach, que procede de las colinas sobre la destilería. La cantidad de turba usada en el malteado de la cebada es cuidadosamente controlada para no cargar de sabor el producto final de la proporción de barricas de jerez usadas para producir el whisky. El pálido, color dorado de Knockando es enteramente natural. Se deriva directamente de las barricas donde ha sido criado -barricas de madera sin clavos ni pegamento- no recibe ningún tipo de colorante -esta es la razón que la profundidad de color pueda variar en sucesivos embotellados.

El tiempo es otro elemento clave, una gentil lenta maduración en barricas de roble otorga una delicadeza con una distintiva nota de almendras frescas en sus versiones mas jóvenes que gana peso y profundidad con los años. El resultado final es un sutil y frutal single malt que lo eleva al hall de las marcas mas finas de maltas Speyside.