Cragganmore (el nombre de la montaña que se encuentra detrás de la destilería que surte de agua pura para la producción) fue la primera destilería en sacar provecho de su situación para aprovechar el transporte del ferrocarril y construyó un tramo en el ferrocarril de Strathspey para acomodar el tráfico de la destilería. John Smith murió en 1886, dejando el negocio a su hijo Gordon, que reconstruyó la destilería en 1901. En 1923 la viuda de Gordon, vendió la destilería a Cragganmore Distillery Co.Ltd., una empresa subsidiaria de White Horse Distillers Ltd. Ahora la destilería pertenece a D & J McCallum Ltd.
En su cata destaca su sabor, con un balance de notas ahumadas, y una lisa y seca elegancia.