El viejo Parr es hasta ahora el ciudadano británico que vivió más años. Cuando en 1635 fue enterrado en la abadía de Westminster por orden del rey, tenía 152 años. Según la leyenda había nacido en 1483, y de su segundo matrimonio, a los 120 años, tuvo un hijo. La hazaña de la longevidad de Parr fue recogida en la pintura por Van Dyck y por Rubens, en la literatura por John Taylor y en el mundo del whisky por una marca que registraron en 1871 con su nombre los hermanos Greenless de Ayrshire. Adquirida posteriormente por Alexander & McDonald, la marca pertenece desde 1925 a conglomerados que dan lugar posteriormente al nacimiento de United Distellers and Vitners, UDV.

A diferencia de lo que habitualmente se cree, Old Parr no es entonces una marca originada en una familia que explota su apellido como garantía de una tradición en whisky (como Johnnie Walker, Justerine & Brook, Ballantine´s, Buchanan´s, Dewar´s, Haig, Chivas, o Grant´s), sino el nombre que evoca un personaje, ícono y leyenda conocida en el Reino Unido (como Long John, Martin´s, Famous Grouse, White Horse).