La historia inicia en 1774, en Kentucky, lugar de nacimiento del bourbon, al mismo tiempo los colonos escoceses e irlandeses se establecían en el Oeste de Pennsylvania produciendo whiskey de la manera tradicional como lo hacían en su lugar de procedencia, a base de centeno.
Para expandir la nueva nación, George Washington ofreció a los granjeros 60 acres, con la estipulación de que tenía que sembrar maíz, el grano nativo americano, lo cual era demasiado y creo excedentes, entonces, ¿cómo los colonos pagarían sus deudas? Su visión emprendedora los lleva a tomar esos excedentes y producir un whiskey a base de maíz, proveyéndoles una nueva herramienta para comerciar.

Así nació el whiskey Bourbon. Para 1,800 se estima que más de 2,000 productores independientes hacían whiskey en Kentucky. Así inicia el período de una nueva categoría de licor que crece y evoluciona continuamente hasta el día de hoy.

Las primeras décadas del Siglo XIX también vieron nacer a las familias destiladoras de bourbon más famosas del mundo. Irónicamente en 1846 nacen Jim Beam, Jack Daniels y George Brouwn, representantes de tres imperios familiares que producen en América del norte whiskey para el resto del mundo.

En tiempo más modernos, Franklin Delano Roosevelt levanta una sanción al licor impuesta en años anteriores y también es uno de los grandes fanáticos del Bourbon. Franklin era conocido por prepararse todas las noches su propios “Manhattans” así como a dignatarios visitantes de la talla de Winston Churchill.